miércoles, mayo 31, 2006
Luchando en las Aulas
Por dentro la historia toma un rumbo complementario. La organización denota como su más grande arma frente a toda resistencia en contra de su empresa. Identificación, entrega temporal de carnet y un acompañante, son algunas de las normas que estudiantes exigen, mero designio de respeto frente a la proeza que ya lleva más de una semana. Por dentro, los patios lucen vacíos. El frío de la mañana solo acentúa la ausencia de niños y jóvenes, dando a parecer que no solo los alumnos esperan un cambio radical para volver a la normalidad. Es increíble darse cuenta que por donde antes caminaban estudiantes, ahora yacen sillas apiladas y gradas cumpliendo funciones de seguridad, pues Camilo, nuestro guía, nos comenta que ha llegado gente extraña a provocar disturbios, opacando su labor pacífica y de espera perenne frente a las negociaciones. Quizás lo más difícil se vive a dentro, ya que un liceo no está diseñado como hogar. Las aulas vuelven a recordar la soledad estudiantil, y las salas dejan su función principal para acatar alimentos, ropa o útiles de aseo. Camilo nos cuenta que han llegado a ser incluso 160 alumnos que han pasado tiempo en la toma. La mayoría simplemente desiste para dormir unas pocas horas más en sus casas y volver a la lucha, que como sus pancartas promulgan, llevarán hasta la victoria. Se ha instalado incluso un lugar donde se mantienen informados, el cual ellos mismos denominan 'sala de prensa'. Ahí se informan día a día de lo que ocurre tanto en Santiago como en otras regiones respecto a sus peticiones. Pese a contar con la ayuda de personas anónimas, otros colegios, universidades, profesores y padres, nadie les puede cuestionar el hecho de pasar noches durmiendo en las salas de un liceo. Las aulas acogen a varios alumnos que deciden recuperar energías, en medio de bancos y sacos de dormir. Mientras otros vigilan, controlan la entrada, o duermen, también se encuentran aquellos que dedican tiempo a la cocina, a preparar alimento, y que ni siquiera se enfocan en nuestras cámaras, pues lucen bastante concentrados en su labor. Para finalizar, destacamos inmediatamente la gran organización que poseen estos chicos y la increíble determinación que los motiva. Es verdad, la batalla se vive, pero también debemos estar concientes de lo dura que es. Hay que continuar incentivando a autoridades para que esto acabe de una vez por todas.
¡Arriba la reforma educacional!
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