viernes, junio 02, 2006
La unión EstudiantilFotos y Visita: Camila González G. Carolina Castro V. Continuando con las visitas a la tomas hoy queremos mostrar el establecimiento del Instituto Superior Comercial (INSUCO), en donde captamos lo sacrificado que es llevar adelante una decisión de este tipo. Como toda bienvenida, se presentan diversos carteles con las peticiones estudiantiles y mensajes sugerentes. En este establecimiento la toma la constituían siete escuelas, que frente a la lucha justa y organizada, decidieron unirse como símbolo de una acción conjunta y de apoyo mutuo. Además del INSUCO estaban presentes el Liceo Nº1, La Igualdad, Murialdo, Carlos Cousiño, Juana Ross y Salesiano. Todo esto recuerda a aquella canción de Los Prisioneros que decía “únanse al baile de los que sobran... nadie nos quiso ayudar de verdad”. Sin embargo, como es consabido este movimiento es el más grande de los últimos treinta años, y estos alumnos ya no carecen de rostro, ya no son “los que sobran”, sino que poseen la convicción de que lograrán los cambios que quieren a causa de una conciencia responsable de su futuro y del resto de generaciones que los siguen, marcando una diferencia que quedará registrada en la historia. Es una lucha valerosa y dura en la que los sacrificios no están ausentes, pues los establecimientos no presentan la mejor de las condiciones para albergar a los alumnos. En el Liceo Eduardo de la Barra se las apañaban bastante bien con unas colchonetas, que por cierto no alcanzaban para todos, pero en esta toma la organización no bastaba para cubrir las necesidades de quienes se quedaban durante la noche. Para contrarrestar el hielo del suelo ponen cartones, y hacen verdaderas rucas con las mesas para concentrar mejor el calor que les es tan esquivo cuando baja la temperatura en la madrugada. Sólo esperamos que todo esto no sea en vano, que las generaciones venideras no se identifiquen con esos versos que cantaban "ellos tenían esfuerzo, ellos tenían dedicación, y para qué, para terminar cantando y pateando piedras". Veremos si pronto los pasillos, salas vacías y los bancos dados vueltas puedan ser revividos por estudiantes conformes con su educación y que no sientan temor ante el futuro incierto que se les presenta hoy a muchos.
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